Amantes de ensueño

Alvin Booth

¿La vida es sueño o es el sueño, vida?


Dime tú mi amor de ensueño
¿de dónde vienen los amantes
que viven en mis sueños?
¿A dónde van cuando despierto?
¿Regresan luego cuando duermo?
Y si vuelven,
¿son los mismos?
o mutaciones de mi conciencia
y mi delirio.
Me he, de muy pocos, despedido;
¿serán sólo los que quise
y con los que nunca el amor se pudo,
y en mi obsesión por arrancarles sus deseos
los traje arrastrando hasta el mundo tuyo?
¿Y los demás?
¿Se ofendieron?
¿Se marcharon?
De verdad que no lo sé.
Perdona, pero la memoria aquí no sirve,
se vive en el momento y no de él.
Dime, entonces, que por saber me muero,
¿es ésta la primera vez que te veo,
que te abrazo, que te beso?
Dime tú mi amor de ensueño,
¿eres tú uno más de esos amantes
que sólo viven en los sueños?

Yo te digo soñadora
que soy tan cierto como el viento
que mece a quien me sueña.
Soy acaso un amante más intenso,
de rostro difuso y eterno;
lo uno para cambiarlo a tu manera;
lo otro, porque soy más alma que cuerpo.
Y así como en tu mundo de repente te quedas fija
cautivada por un extraño que ves subirse al tren,
así aparezco yo, de la nada hasta tu vida,
cautivándote con mi extrañeza también.
Después, no lo aseguro,
que sabré yo que sólo de esperanzas vivo,
pero quizás al igual que aquél,
nunca más vuelva a subirme a un tren.
Por eso ahora que me sueñas,
acércate y quiéreme… como quieras,
pero con todas tus fuerzas,
como sólo tú sabes querer,
porque puede ser esta la única vez,
que me veas.
Déjame quererte y sueña,
sueña y no pares de soñar.
Invítame a bailar y no me sueltes,
hasta que yo sin remedio muera
cuando tengas tú que despertar.

JCPozo

7 comentarios en “Amantes de ensueño

  1. ¿Quiénes son las amantes de tus sueños?
    Posibles explicaciones de acuerdo a:
    Freud: Pregúntale a tu madre. Ella siempre es la culpable
    Jung: Siempre han estado ahí, desde el inicio de los tiempos.
    Metafísica: Acaso las mujeres que has deseado y visitas en las noches astralmente
    Karmáticamente: Estás limpiando las culpas por las amantes que desairaste en otras vidas.
    Católicamente: Son los íncubos y súcubos que te atormentan. Confiésate, pecador

    Sea como sea, la sabiduría popular aconseja: No se lo digas a tu mujer, por amor de dios, no se lo cuentes.

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  2. Escribiendo esto, sigo riendome. Que comentario mas disfrutable.

    El error de decirselo a ella se comete una sola vez. Las consecuencias son tales, que ni el mas terco, tarado o masoquista de los hombres lo vuelve a repetir.

    Yo mejor le echo la culpa a mi madre. Y ya!

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  3. Si el amante de tus sueños es el amante que necesitas…¿qué con el real? ¿Es un reflejo del onírico? ¿Es más auténtico con el que sueñas, puesto que es el que necesitas, que aquel con el que compartes los sudores cotidianos? ¿O bien nos resignamos a vivir con el que no necesitamos porque el bueno es inalcanzable, excepto a través de los sueños?

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  4. Por eso seran que algunas mueren esperando su principe azul?

    Que no sera mejor encontrar en el hombres mundano lo principesco y azulado?
    Creo que todos aprendimos amar primero a un amante de sueño. Ese momento quizas nos lleno el corazon de un mayor regocijo que otros que se dieron en la plena conciencia . Pero tambien creo que aprendimos (eso espero) a llevar la sensacion que nos produjo ese romance a nuestro lecho real, cotidiano, de sabanas revueltas y muslos apretados.

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  5. Finalmente JCPozo, la mujer de tu vida es la que comparte diariamente tu vida. Las oníricas acaso humedezcan tus sueños pero no fertilizan tu destino como aquella que duerme contigo

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