27 marzo 201114 julio 2011 Cortesía, Nemer Ibn el Barud Soñé que el ciervo ileso pedía perdón al cazador frustrado. FacebookTwitterTumblrLinkedInWhatsAppCorreo electrónicoImprimirMe gusta Cargando... Relacionado
Soñé que el cazador le contestó : «No hay de que».
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